Pasante en... cada parcela única que cultivamos.
Por la vida pasamos aprendiendo de todo aquello que nos rodea, disfrutando y gozando de aquello que nos apasiona. En realidad, todos somos pasantes de nuestra tierra. Y en particular, nosotros tratamos de interpretar la uva que cultivamos y el suelo que nos ha tocado vivir para así poder dejar nuestro legado a las siguientes generaciones.

Por siempre inquietos. Cuando escuchamos hablar a las personas de cultivos, nosotros pensamos en el hogar de nuestros sueños, esos sueños que nos impulsan día a día a mimar nuestras vid. Nos encantan los pequeños rayos de sol que asoman por la montaña bien temprano indicándonos el futuro del día. Nos movilizamos íntegramente por nuestras cepas. Por eso decimos siempre que estamos inquietos, queriendo descubrir más, sumergirnos en el ADN de cada uva, para conocer sus comportamientos, como son y que quieren decirnos. Vivimos inquietos por tocar la tierra con nuestras manos, por escuchar como el viento acaricia las hierbas. Vivimos inquietos porque sabemos que hay más, hay algo que aún desconocemos como personas en relación a nuestro entorno.

Una formula sencilla. Siempre hemos apostado por la mínima intervención, tanto en el cultivo como en la elaboración, como proceso para obtener un buen vino. La sencillez y el sentido común nos brindan una relación duradera con la naturaleza a largo plazo, que nosotros podemos resumir en una sola palabra: Amor.
Por lo que hacemos, por lo que esta pasión significa en nuestras vidas, por la satisfacción de un producto que merece la pena.

Situación. Estamos situados en Fontanars dels Alforins, un pueblo pequeño (800 habitantes) que se encuentra en el sur de Valencia y norte de Alicante a 630 mts. de altura sobre el nivel del mar. Clima mediterráneo de interior, secano y en armonía con otros cultivos como el cereal, almendro y olivos.